Hoy nos es cada vez mas común escuchar términos como; diversidad, pluralidad, personas en situación de discapacidad, personas en situación de calle, necesidades diferentes, inclusión, integración y podríamos continuar y encontrar muchos otros términos ad hoc. ¿Pero cuántas distinciones podemos hacer? ¿Qué entendemos realmente en cada caso?
El tema que nos convoca en este momento es la diversidad sexual y de género. ¿Todos entendemos lo mismo cuando hablamos del tema? Si agregamos a lo anterior términos como trans, “queer”, intersexual, ¿entendemos todos lo mismo? Surge así la reflexión y comenzamos a hacer distinciones en nuestro trabajo. Entre ellas, ¿estamos capacitados para trabajar con parejas, niños, adolescentes y familias con un miembro LGBTI (lesbiana, gay, bisexual, trans o intersexual)?
A partir de estas preguntas decidimos conocer la opinión de los miembros del Instituto y cómo funcionamos institucionalmente en el contexto de diversidad sexual y de género. Surge así nuestra encuesta del año 2016, que arroja como uno de los principales resultados el interés por parte de las y los terapeutas encuestados de conocer más sobre el tema. Es interesante observar también cómo opera en la mente del terapeuta la temática, lo que determina su forma de preguntar y abordaje del tema. En una revisión de fichas clínicas observamos que solamente el 1,1% de los casos atendidos en el Instituto entre el 2009 y el 2016 consignan la temática de diversidad sexual, sin embargo, el porcentaje de terapeutas que atiende tal temática fuera del ámbito institucional es significativamente mayor: 78%. Este fenómeno no se da únicamente en nuestro Instituto; cuando compartimos con Jean Malpas pudimos intercambiar opiniones acerca de cómo había surgido el tema en el Ackerman Institute y apreciamos que el proceso ha sido similar.
Se van abriendo diversos espacios de conversación y se va relevando la necesidad de intercambiar ideas, conectarse con otras instituciones y generar alianzas. En este contexto, firmamos un convenio de colaboración con “Todo Mejora” —fundación líder en la prevención de suicidio y bullying homofóbico a niños, niñas y jóvenes LGBTI— para ser aliados de la diversidad sexual y constituirnos en un espacio libre de discriminación. En el marco de esta colaboración el 25 de marzo se realizó una capacitación, donde pudimos conocer el contexto, los factores de riesgo de la población LGBTI y profundizar en los distintos ámbitos de la identidad sexual (dimensión social, motivacional y biológica).
Si bien este espacio permitió reflexionar tanto a nivel personal como institucional sobre la diversidad sexual y de género, también nos abre nuevas preguntas y despierta interés de seguir formándonos en esta temática: en cómo entendemos la diversidad sexual y de género y cómo la abordamos en nuestro quehacer clínico, cómo trabajamos con niños/adolescentes LGBTI y sus familias, el desarrollo de la identidad sexual, el papel de la psicoeducación y el rol de la persona del terapeuta. Todo lo anterior se enmarca en los objetivos de nuestra unidad: abrir la reflexión, ofrecer atención y desarrollar investigación, y desde allí poder contribuir a visualizar las necesidades de los individuos, familias y parejas LGBTI.
No nos queda más que invitarles a seguir dialogando en nuestra próxima Jornada Clínica a realizarse el 16 y 17 de Junio.
Equipo Clínico de Diversidad Sexual y de Género
Instituto Chileno de Terapia Familiar