Al cabo de 6 años de dar atención a familias vulnerables ligadas a programas institucionales y de capacitar a agencias sociales vinculadas a actores sociales cuya ligazón con sus familias ha sido conflictiva, UNICEF nos ha recomendado, como institución experta en temas de familia y pobreza, para hacer un diplomado con las personas que trabajan directamente con familias del programa Puente.
Para nosotros como departamento psicosocial es un reconocimiento y una oportunidad de seguir reflexionando e interviniendo en lo esencial de nuestro objetivos iniciales.
El programa Puente es una oportunidad que se le brinda a las familias más vulnerables de salir de su condición de extrema pobreza. Se trata de una puerta de entrada para aproximadamente 210 mil familias que involucra a casi 850 mil personas (un 5,7% de acuerdo a la CASEN del año 2000).
Para llevarlo a cabo, más de dos mil quinientos monitores han sido formados para dar apoyo psicosocial a las familias que lo contratan libremente y se ejecuta en los hogares de dichas familias. Dicho apoyo se ha dividido en áreas de Identificación, Salud, Educación, Habitabilidad, Trabajo e Ingresos.
Para no extendernos demasiado, la idea es que los miembros de estas familias tengan cédula de identidad, esté inscrita en los servicios primarios de salud, los niños tengan sus vacunas al día, que los niños asistan a algún programa de educación de párvulos, que en la familia existan prácticas de conversación sobre hábitos, horarios, espacios para la recreación, que la familia tenga su situación habitacional clara respecto del sitio y de la vivienda, que al menos un miembro adulto de la familia trabaje de forma regular y tenga una remuneración estable, que los miembros que tengan derecho a asignación familiar la obtengan, etc., por citar ejemplos de condiciones mínimas de cada uno de los 6 rubros antes mencionados. Se trata de un programa que se ejecuta en 24 meses en dos fases.
¿Qué se nos ha pedido?
Que transformemos el cumplimiento de las condiciones mínimas (que han crecido de 52 iniciales a casi 80 en la actualidad) en algo interactivo de modo que los Apoyos Familiares (el nombre con que se designas a estos monitores), al saber más de la complejidad de lo sistémico, llamado por nosotros contextual relacional, puedan co construir con sus familias a cargo, los recursos necesarios de una experiencia singular que culmine con una familia más empoderada con su entorno social inmediato y con la sociedad en su conjunto.
Como esta oportunidad encarna una idea que nos ha rondado desde que empezamos nuestra práctica con las familias y las agencias, cumplir con este desafío nos permite aportar a que la familia logre vincularse, ocupar la red y salir del aislamiento, y averiguar, como lo suponemos, si nuestra misión ha tenido sentido.
Hacer un programa de diplomado de esta envergadura, nos ha implicado conocer las bases, fundamentos, momentos por los que pasó el Programa Puente en sus 9 años de existencia, sistematizar nuestra experiencia e ideas en torno al trabajo con familias y plasmarlo en una experiencia que permita replicarla a lo largo de todo el país. Ha significado además pensar una metodología para transmitir aquello que a nosotros nos parece muy conocido a personas muy experimentadas en trabajos de primera línea, con un agregado que les permita distinguir, por ejemplo, entre proceso y contenido, entre recurso y resignación, entre el escuchar activo y estigmatización.
Podemos decir con alegría que ya hemos terminado en julio la primera de tres fases a lo largo de dos apretadas semanas en que tuvimos 61 alumnos por 60 horas.
En agosto y septiembre realizaremos la segunda fase. Las (os) docentes a cargo de la realización e implementación de este curso son Constanza Raurich, Marcela Flores, Soledad Pérez, Paz Canales y Sergio Bernales.
Departamento Psicosocial
Instituto Chileno de Terapia Familiar
1 Comentario
Unknown Febrero 19, 2013
Qué buenos que están estos programas de inclusión social. Hacen que muchas familias salgan de la pobreza pero que también interactúen con gente que está dentro del sistema y que de otra manera no tendría relación con estas familias. Por ejemplo, se organizan pequeños viajes grupales de fin de semana. Se que mucha gente de Córdoba tuvo la oportunidad de ir a la capital federal a conocer hitos de la Argentina como el tango, que tiene mayor preponderancia allí. Les otorgan apartamentos en Buenos Aires para que convivan unos días con familias de otro nivel económico distinto y puedan hacer contactos que en un futuro quizás les sirva laboralmente! Todo suma!