Un paso importante para la prevención del suicidio es poder hablar de ello de forma clara y franca. Pero puede suceder que las palabras que utilicemos o la forma en que nos expresemos, provoquen una visión estigmatizadora hacia las conductas suicidas, las difundan como una opción para hacer frente a los problemas o causen mayor dolor a las personas afectadas. Utilizar un lenguaje seguro cuando hablamos de suicidio implica expresarnos de forma empática, respetuosa y libre de juicios.
Cómo informar del suicidio en forma segura:
Cuando reducimos el suicidio a causas únicas o lo presentamos como un fenómeno generalizado en la población, promovemos la desinformación y conclusiones riesgosas. Es muy importante informar que el suicidio es una problemática de interés público y llamar a la acción, pero debemos evitar caer en el sensacionalismo o utilizar datos imprecisos.
- Informar de datos estadísticos actualizados y validados, indicando claramente la población a la cual corresponden y cómo se obtuvieron.
- Reportar tendencias de aumento, disminución o estabilización de las estadísticas, en función de análisis de datos comparables en el tiempo.
- Indicar que el suicidio es un problema complejo, donde existen múltiples factores de riesgo y de protección que interactúan en diferentes niveles.
- Informar que es posible prevenir el suicidio, difundir señales de alerta y dónde encontrar ayuda.
Para profundizar más en este tema y comprender mejor el “Rol de la familia en la prevención del suicidio adolescente” compartimos este conversatorio que realizamos el año pasado con la Psiquiatra Vania Martínez, Directora del Núcleo Milenio para Mejorar la Salud Mental de Adolescentes y Jóvenes.